Soy cinéfilo pero casi no voy al cine, (que contradicción). Me atrae mas la idea de incursionar en el laberinto de películas que se pueden encontrar en los videoclubs o en los puestos de películas piratas (las segundas) y perderme un rato hasta encontrar la salida con algo interesante entre las manos.
Claro que muchas de las veces la película resulta para nada interesante, pero en otras me he llevado algunas sorpresas, como cuando la película no es la que dice la portada. Así me pasó con una que se llama “Black Dahlia”. Y es que hay dos películas con ese mismo nombre, pero son tan diferentes como decir que una es blanca y la otra es negra.
La primera versión de Black Dahlia que ví (ni siquiera la terminé de ver) es la que fue dirigida por Olli Lommel, Me pareció de lo peor que he visto. Es prácticamente una sangrienta carnicería de mujeres. (Preferí tirar el DVD a la basura).
Cuando el talento no da para más, se recurre a lo que económicamente da resultados: asesinos en serie y descuartizamientos de mujeres. Y es que, a juzgar por lo que se ve en los medios de comunicación (que no son más que un reflejo de la sociedad), vivimos en un mundo que glorifica la violencia, la sangre y la locura. ¿Pero quien estará más loco? ¿El que hizo la película o el que la vió?
Siempre juzgamos lo que vemos o lo que leemos, pero es más interesante preguntarnos a nosotros mismos por que vemos y leemos toda esa clase de porquería. ¿De donde viene ese placer enfermizo por revolcarnos un rato en la mierda como los puercos? La respuesta está dentro de nosotros mismos.
1 comment:
diga no a la pirateria!!!!
Saludos .
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